yo mismo. De cualquier manera, alguien tiene que absorber el costo. No podemos hacer como si la carretilla no estuviera rota. No se puede minimizar su rotura. Si decido pagarla yo, he “perdonado” tu deuda, y queda cancelada. La persona que perdona ya no espera que se le pague lo que sufrió y perdió. . Cuando perdonas a alguien, absorbes el costo de la ofensa que se cometió contra ti. Cancelas la deuda, y al hacerlo, también haces una promesa de tres aspectos.
Page 7